Agenda Setting 314
Florentino Peralta
08-08-2024
El desaseo en los procedimientos y el acaparamiento de atribuciones distinguen la gestión de Orlando Ángeles al frente de la Oficialía Mayor de Hidalgo, pues modificó la ruta de adquisiciones para maniatar a todas las secretarías.
Dicha maniobra no fue en aras de la transparencia, mucho menos de eficientar los trabajos, sino de adquirir el poder necesario para supeditar a las demás dependencias bajo sus intereses y los de su guía, Rodrigo Eder Almaraz.
Aunque el tema de las adquisiciones, adjudicaciones y licitaciones siempre ha sido un montaje, a partir de la llegada de Orlando Ángeles a la Oficialía Mayor del Poder Ejecutivo de Hidalgo, este sexenio, adquirió el grado de cinismo.
Las áreas que necesitan algún bien o prestación, se encuentran con que el Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público del Poder Ejecutivo del Estado de Hidalgo les elabora su solicitud, aunque no sirva.
Por poner algunos ejemplos mundanos, todavía adquiere tinta para impresoras que datan de hace dos sexenios, cuyos modelos están descontinuados y en consecuencia se encarecen, tardan en llegar y ni siquiera se ocupan.
En un episodio con calzado, la Oficialía Mayor quería comprar botas industriales, cuando se necesitaban las denominadas “tácticas”, pues serían entregadas a las y los policías, pero eso sí, la secretaría en suerte debe firmar que acepta.
Hacer compras inútiles también es corrupción, así como incorporar a familiares consanguíneos y políticos a la nómina, como hace Rodrigo Eder Almaraz Arciniega, cuyo poder le permite tratar directamente con secretarios.
Aunque desconozcan los procesos y entretengan las resoluciones, Orlando Ángeles y Rodrigo Eder Almaraz han sustituido al personal a voluntad, incluso al que llegó en esta administración, encabezada por Julio Menchaca.
Karen Guadalupe Baños Salinas fue reemplazada por Irma Lugo Hidalgo en la dirección general de Desarrollo de Personal, sin importar que se trata de una herencia del pasado, pues su cercanía con Almaraz fue suficiente.
Las compras consolidadas se centralizaron, pero algo pensado para masificar adquisiciones y reducir costos se pervirtió. Ahora ninguna secretaría puede comprar y debe conformarse con procesos mañosamente direccionados.
Existen deficiencias en cuanto a insumos, equipos y vehículos. Por cierto, la Oficialía Mayor concentró ya también la gasolina, cuando antes cada dependencia disponía de ese tema.
Y mientras las dependencias requieren materiales que verdaderamente correspondan a sus necesidades, y no a las de los proveedores consentidos, la Oficialía Mayor dotó a las secretarías de ostentosas camionetas Teramont.
TAMBIÉN ES CORRUPCIÓN
La Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH) observó a la Oficialía Mayor 120 millones 489 mil 939 pesos en febrero pasado, en la tercera entrega de la Cuenta Pública 2022, aún compartida con la gestión de Omar Fayad y por ese motivo, Orlando Ángeles no se ocupó en realizar la comprobación, pese a contar con la información correspondiente, y eso también es corrupción, como la que ejerció Rodrigo Eder Almaraz cuando fue funcionario en aquel sexenio y traficó información de la entonces Secretaría Ejecutiva de la Política Pública.
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