Cipriano, genio y figura
Florentino Peralta
04-29-2019
Al finalizar el juicio de procedencia donde fue desaforado, ya sin el cargo de diputado federal por el distrito de Ixmiquilpan, Cipriano Charrez Pedraza se dirigió al centenar y medio de seguidores que lo esperaba para advertir que muy pronto regresaría a la Cámara, pues las autoridades judiciales deberán absolverlo.
Es acusado de participar en el accidente automovilístico que cobró la vida de Iván Fuentes la madrugada del sábado 6 de octubre de 2018, cuando su camioneta Ford Raptor impactó el automóvil donde viajaba el taxista de 21 años de edad, lo que provocó que el vehículo se incendiara con su ocupante en el interior.
Durante el procedimiento de desafuero, el legislador perredista de representación proporcional por Aguascalientes, Antonio Ortega Martínez adelantó que Charrez Pedraza podrá volver a la diputación, toda vez que el delito que se le imputa es culposo, no doloso, es menor, dijo, y alcanzará la libertad bajo caución.
Y cuestionó entonces desde la tribuna, pero quién sentenciará el comportamiento poco ético, poco moral de haber huido del lugar sin auxiliar al taxista, quién sentenciará la acción de convencer, de presionar a la familia para alcanzar un acuerdo pretendiendo evitar la actuación de la ley y después no cumplirle.
El 25 de marzo pasado la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena suspendió los derechos partidistas de Charrez Pedraza por un año y ordenó su inmediata separación de la fracción legislativa, precisamente por abandonar a Fuentes, al margen de si conducía o no la camioneta, si resultaría o no culpable.
UN ESCOCÉS
Testigos afirman que Cipriano Charrez sí conducía la camioneta aquella noche, que descendió del lado del conductor y que en el interior de la unidad estaban una botella de wisky, agua mineral y vasos desechables. Días después del accidente dijo que sí esperó en el lugar y que posteriormente se retiró para someterse a una revisión médica, pero no existe constancia de ello, además, es señalado de haber mandado impedir el peritaje correspondiente. Para la Procuraduría de Justicia, y su titular Raúl Arroyo González, no será fácil comprobar el ilícito, pero aunque resulte absuelto, prevalecerá su negativa a aceptar su responsabilidad.
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