Relevo priista
Florentino Peralta
01-28-2019
El periodo de José Leoncio Pineda Godos al frente del Partido Revolucionario Institucional está por concluir. Será recordado por la debacle electoral de 2018, de la que podrá justificarse apelando a la ola lopezobradorista, y por avalar la invasión tricolor a la tribuna del Congreso del Estado, acción que no tiene defensa alguna, toda vez que constituyó vulnerar a uno de los Poderes.
Luego de desempeñarse como director de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en el estado de Guanajuato, arribó a la presidencia del Comité Directivo Estatal priista para cubrir el periodo que dejó inconcluso Alberto Meléndez Apodaca y algunas versiones lo colocan ahora como próximo secretario de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial de Hidalgo.
Pineda Godos prevalecerá también en la memoria de la militancia por haberse desentendido del cargo y dejar la operación política, antes y durante el mencionado proceso de julio pasado, en manos del entonces secretario de Organización del Revolucionario Institucional y actual secretario de la Contraloría del gobierno estatal, el mexiquense César Román Mora Velázquez.
Este personaje se presentó en Hidalgo como destacado operador del programa Zafiro, ese que consistía en ofrecer dinero a los promotores políticos por cada promovido que registraran en sus listados, a los que darían seguimiento a través de un call center, y con tal de alcanzar las metas se apuntaba el nombre de quien fuera, acción que sirvió también para encarecer la estrategia.
Por cierto, esos listados, elaborados por la Secretaría de Organización del tricolor, presentaron errores de integración, ya que un solo promotor llegó a tener hasta cien personas comprometidas para entregar su voto a los candidatos priistas, entre ellos dirigentes de otros institutos políticos o pertenecientes a secciones de otros distritos electorales locales o federales: una simulación.
IMPASSE
La llegada de Pineda Godos a la presidencia tricolor implicaba un cierre de pinza entre el gobernador, Omar Fayad y el ahora senador, Miguel Osorio. Sin embargo, nunca se erigió como un interlocutor capaz de conseguir acuerdos entre los grupos al interior del partido, en consecuencia, no construyó ningún liderazgo y ahora la militancia continúa en espera para conocer a la nueva dirigencia, ya que la tragedia ocurrida en Tlahuelilpan el viernes 18 de enero obligó a posponer la sesión de Consejo donde se daría vista a la renuncia del aún presidente.
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