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Agenda Setting 243

La discursiva de Olivares Reyna

Florentino Peralta


05-26-2023


En 2001, a dos años de haber iniciado la administración del priista Manuel Ángel Núñez Soto, un connotado neurocirujano incorporado ya al servicio público, fue orador en una ceremonia que, como muchas de la época, estuvo de más.


Se trataba de alguna inauguración que no ameritaba la presencia del mandatario, pero con algo había que llenar la agenda. Lo que llamó la atención, para mí, fueron las palabras del galeno, inversamente proporcionales a lo pretendido.

“Me preguntan si hay liderazgo en Hidalgo, (yo) respondo que sí, el liderazgo del gobernador Manuel Ángel Núñez Soto”. Acto seguido, el eufórico rugido de las y los trabajadores del Poder Ejecutivo utilizados para llenar la Sala del Pueblo.


No obstante, al escuchar esas palabras, con el antecedente que José Guadarrama hacía todo lo posible por tropezar la gestión que transitaba ya en su segundo año, pensé: “entonces, ¿todavía hay dudas sobre el liderazgo del gobernador”.


Ahora, 22 años después de ese episodio, escucho decir al secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna que el actual mandatario, postulado por Morena, Nueva Alianza y PT, obtuvo el cargo por el apoyo de la población y de nadie más.


“(Julio Menchaca) llega al cargo por voluntad de la ciudadanía, no por la voluntad de un político, no le debe el cargo a un político, a un potentado económico, o a alguien que de alguna manera haya hecho valer su influencia”, redundó.


Las palabras del secretario de Gobierno fueron pronunciadas durante su placeo, es decir, su intervención en la Mesa de Acercamiento con Población del barrio El Tezontle de Pachuca, donde pidió a la gente expresarse, pero “sin colores”.


Apostilló que, en consecuencia, el único compromiso que tiene el mandatario es con el pueblo, lo cual resulta una obviedad, pues ganó la elección de 2022 al 2x1 con más de 650 mil votos y se supone que su trabajo es para la ciudadanía.


A menos que en el imaginario colectivo prevalezca la idea que sí, ganó por la marca Morena, pero también por el apoyo económico de empresarios hechos al amparo de administraciones priistas y que hoy tienen gente en el gabinete.


El oficial mayor, encargado de licitar y adjudicar, Orlando Ángeles Pérez y el descoordinador de Comunicación Social, el exsecretario de la Fundación Colosio, Eduardo Iturbe son ejemplo de ello y de los intereses que en realidad cuidad.


LE FALTA BARRIO

El descrédito priista, el ánimo morenista y la hoja de vida de Julio Menchaca le dieron un contundente triunfo en 2022, no parece necesario que colaboradores en busca de notoriedad rumbo a 2024, como Olivares Reyna, intenten legitimar una figura que por ahora no lo necesita y, por el contrario, abren la conversación sobre nombres identificados con empresarios, como Juan Carlos Martínez, que, ellos sí, sin distingo partidista, están siempre en la toma de decisiones. Total, al secretario de Gobierno le falta calle, quizá por eso hoy acude a ella, pero muy atropellado.

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